Irreal
-No te abandonaré- prometió él acariciando la cabellera de la mujer más hermosa que han tocado sus manos. Cuando sus ojos miran ese cuerpo listo y dispuesto, para él, su mundo se vuelve perfecto.
La chica tenía una piel hermosa, suave, tersa, de un blanco reluciente . Sus ojos estaban cerrados y una leve sonrisa se curvaba en esos labios carnosos de un radiante rosa natural.
Llevaba un vestido largo y blanco, parecía una novia camino a la iglesia. Si, él debería llevarla allí, ¿pero cómo? No se atrevía, era demasiado tímido. Sus padres lo trataban como a un niño con problemas y lo enviaban a conversaciones largas sin sentido con un hombre regordete y barba que según él, había sacado su doctorado en una de las mejores universidades del país. El idiota podía meterse su doctorado donde no llega la luz. Era incompetente y no tenía idea sobre sus sentimientos o problemas, hablaba constantemente de la muerte. ¿Por qué lo llevaban allí? No lograba comprenderlo.
Pasó sus manos por el vestido que tan delicado enmarcaba su preciosa figura.
-¿Me querrías?- Preguntó posando un dedo sobre sus labios para que ella permaneciera quieta y en silencio. Claro que ella le querría, no era como las demás. No le importaba el hecho que le llamasen loco, o extraño . No le importaba la falta de educación o el poco dinero que tendrían si vivían juntos. Ella lo querría tal cual. Lo amaría con locura.
-No importa, estamos juntos y nadie te alejará de mi- besó sus labios, estaban fríos por la fresca brisa de otoño que entraba por la ventana. Sonrió al sentirla bajo su cuerpo, alejó las ropas y la acomodó para con un movimiento, poder poseerla.
-Perfecta- susurró y continuó besándola. Era tan feliz, tan feliz de haberla encontrado. La amaba más que a nada en el mundo, era todo lo que quería. Era ella, su primer y último amor.
Besó a su mujer durante largos minutos, disfrutando el goce de su cuerpo, la temperatura tibia de ambos en un abrazo apasionado. Miró sus ojos ahora puestos en él y se maravilló de tal puro color verde. Acarició sus mejillas y besó con cariño la punta de su nariz.
- Te amo- la puerta se abrió con un golpe sacándolos de ese mágico momento.
-¡Que haces! No puede ser no...- su madre gritó y lágrimas instantáneas rodaron mientras estiraba una mano, seguramente llamando a su padre. Bajó del cuerpo cálido para recostarse a su lado y taparlos con rapidez.
-Que mierda... ¡fuera!- gritó su padre sosteniendo a una mujer llorosa.
-No, no lo eches- pidió ella desesperada por su único hijo.
-¡No es real! ¡Es de goma!- el hombre agarró a la chica de debajo de las mantas y la pisoteó en el suelo gritando una vez tras otra:
-¡Es de goma!- mientras su mujer intentaba calmarlo y su hijo observaba con horror la realidad.
2 comentarios:
En cierta forma ya me lo imaginaba pero de todas formas el final me ha sorprendido. Precioso, me ha encantado!! :D jajaja eso me recuerda a un videoclip donde salía un señor que "conquistaba" a una modelo del escaparate xD jo, estos últimos relatos son cortitos, alcontrario del mío que es laaargo...
awwwns! me ha encantado esta historia!
JO, com se supone que debe uno elegir un ganador? es decir, me he leido TODOS los relatos (y estoy aprovechando este coment para decir lo mucho que me encantan!) hahaha es increible ver cuanto talento y cuanta imaginacin hay en cada uno de ellos!
hahahahahaha
te dejo un beso eli! te kiero un monton!
aate:
withney (wm-lca.blogspot.com)
Publicar un comentario
Puedes expresar cualquier opinión pero siempre con educación, que no cuesta nada!!
Espero veros más por aquí!^^
besoss y mil gracias!! :)