Reseña el juramento de Kimberly Derting

Ficha técnica

Sinopsis

 Ludania es un país con un regimen autoritario y una estricta sociedad clasista. Cada clase tiene su idioma propio, y está prohibido hasta conocer la lengua de las otras clases, bajo pena de muerte. Charlaina tiene diecisiete años y un gran secreto: entiende todas las lenguas. No sabe por qué; solo sabe que es un don que debe ocultar. Y pronto, con la ayuda del joven Max, averiguará que hay aún más cosas de sí misma que desconocía... y que ella es clave en la revolución antiautoritaria que ha empezado a extenderse.

Opinión

Las distopías no suelen estar entre mis principales lecturas. Aunque he leídos libros como Delirium, lo cierto es que, generalmente, no me suelen atraer a golpe de vista. Es cuando empiezo a leer reseñas positivas acerca de ellos cuando me empiezan a llamar la atención.

Sabiendo esto, debo decir que “El juramento” me ha gustado bastante más de lo que esperaba. 

Contiene un prólogo de lo más misterioso, y aunque es una distopía con una trama bien desarrollada y con personajes muy reales, lo cierto es que tiene ciertos toques de magia aquí y allá.

La historia está basada en la diferencia de clases. Este es el tema central del libro y lo marca de forma exagerada: No sólo las diferentes clases entre sí no hablan el mismo idioma, sino que además el hecho de entenderlo, hablarlo o simplemente mirar a los ojos a alguien distinto a tu casta se castiga con pena de muerte.

En este libro también hay romance, pero es un romance basado principalmente en la atracción que sienten el uno por el otro nada más verse. Aunque al principio del libro esta posible historia de amor prometía bastante, es que lo cierto una vez terminado este, pienso que es algo insustancial. No hay argumentos posibles para que la atracción se convierta en amor tan rápido, apenas se llegan a conocer profundamente, pero la autora da a entender por las acciones de Max que se ha enamorado de ella.

Desde mi punto de vista, es un poco irrealista. Sobre todo porque el libro se centra más en su trama principal, dejando paso a la acción y dejando esta relación un poco en un segundo plano. Pese a ello está muy presente en el libro de todas maneras.

La narración es fluida y de vocabulario sencillo, una historia contada en primera persona por nuestra protagonista Charlie. Aun así, a veces nos encontramos con hojas escritas desde otro punto de vista, en tercera persona, entremezclando escenarios distintos a los que se encuentra Charlaina, dando un enfoque más profundo a la historia y dejándonos ver acciones y pensamientos de otros personajes del libro, como la misma reina o el misterio Max.

La autora no profundiza demasiado en los personajes secundarios, se limita a dar pinceladas de ellos por todo el libro y prefiere centrarse en los tres principales: Max, Charlaine y la Reina.

A Max se nos presenta al principio como un chico que ocultaba bastantes cosas, y lo cierto es que así fue. Es un joven pasional y valiente, aunque en mi opinión, pienso que es algo soso.

Charlie es una chica que contiene mucha más fuerza interior de la que piensa, y que se pasa prácticamente todo el libro protegiendo a las personas de su alrededor, sobre todo a su hermana pequeña. Pese a que su personaje me ha gustado, lo cierto es que  si hubiera tenido un carácter más agresivo me hubiese gustado más.

Sobre la reina poco hay que decir. Pese a que la trama gira en torno a ella y a sus planes para el pueblo, lo cierto es que es un personaje algo superficial. Poco se puede decir de ella, salvo que es malvada y ama la sensación de poder.

El final del libro es cerrado, aunque deja entrever curiosamente un elemento que podría dar mucho juego en su segunda parte.

En resumen, el juramento es un libro muy entretenido, que engancha sutilmente y que se lee rápido. Con una buena ambientación, y con un trama que te absorve, no podrás parar de leerlo hasta acabarlo.

Autora

Kimberly Derting nació y se crió en el área de Seattle, con la excepción de algunos períodos breves en Phoenix, Boise, y San José. Ella aún vive en el noroeste del Pacífico con su marido y sus tres hermosos (y, a menudo bocazas) niños, que sirven como una fuente inagotable de inspiración para su escritura.