Reseña Oblivion #2, tormenta de estrellas de Francesc Miralles

Sinopsis  

Título: Oblivion #2, tormenta de estrellas

Autor: Francesc Miralles

Precio: 16.95 €

Sasha regresa a La Graciosa, su isla natal, para cursar el bachillerato. Sin embargo, desde el primer momento advierte que algo ha cambiado: sus vecinos le miran con recelo, y sus padres disponen de un alto nivel de vida sin aclarar el origen del dinero. Mientras empieza a sospechar que el experimento al que fue sometido un mes antes no ha hecho más que empezar, Sasha detecta una presencia: algo o alguien se mueve por los paisajes casi marcianos esperando el momento de actuar. Y entonces descubre el característico brillo de Øbliviøn en el norte desértico de la isla...

Libros que componen la trilogía:

1. Oblivion, un cielo tras otro

     2.Oblivion, tormenta de estrellas
           3. Oblivion, la vida secreta de la luna

 Opinión 

Primero que nada, la reseña no contiene spoilers del libro anterior, así que si quieres leerla, puedes hacerlo sin problemas.

 "El enamorado es un ser muy poderoso que actúa por encima del resto de los mortales"

Después de aquel final que me dejó algo fría en Oblivion, tenía ganas de saber como continuaba la extraña aventura de Sasha y de si, la forma en que se ultimó su primera parte, cobraba de alguna forma sustancia en esta, y llegaba a parecerme más realista de lo que me pareció la primera vez que lo leí.

Lamentablemente, aunque me ha parecido muy original, la historia no ahonda demasiado en esa última revelación, y hace mención a ella de nuevo en los capítulos finales, por lo que los cimientos de la resolución de Oblivion siguen sin tener una explicación que pueda llegar a convencerme.

Es por lo que esta segunda parte me ha parecido una especie de puente hacia el tercero, con un argumento bastante sencillo y con poca acción aunque con una trama más interesante. Aun así, la historia me ha gustado pese a ello y la he disfrutado, aunque dentro del ámbito de lo entretenido, tal como me pasó con su primera parte.Tengo la sensación de que será en el libro final de la trilogía el que más emoción conlleve, y lo deduzco por la forma en que termina este.

La trama sigue con esos tintes de ambientación extraterrestre pero siempre apoyada en una base realista. Oblivion no es una historia de ciencia ficción, pese a que lo pueda parecer en ocasiones.

Esta vez, el argumento se centra en los sentimientos que siente Sasha y en resolver algunas de las cuestiones que se preguntó en el libro anterior, y lo hace después de mantener un misterio basado en las respuestas ambiguas de nuevos y extraños personajes, que aparecen en la vida de nuestro protagonista dejando con ellos algunas incógnitas a lo largo de la lectura que me han mantenido enganchada.

Como en su primera parte, Frances Miralles sigue creando una historia con pinceladas muy actuales, ejemplos claros hay en todo el libro: desde la mención de variados temas musicales hasta poemas, repartidos de manera uniforme y que ayudan a dar más realismo.
Pero, si algo me ha llamado verdaderamente la atención, ha sido una breve referencia a la obra de Javier Ruescas, Play, dando a entender en el argumento que es algo real y que existe (De hecho, es algo que Shasha ve en televisión) y que me ha parecido algo muy curioso.

Respecto a los personajes, estos no evolucionan, aunque es verdad que el protagonista, llega a cobrar algo de garra en los diálogos, dónde se nota su hastío por las cosas raras que le suceden y por la forma en que su rutina se viene abajo. Sin embargo, por dentro sigue siendo el mismo chico sensible y pasivo que nos encontramos en Oblivion, por lo que, el personaje, no cambia demasiado.

Entran pocos secundarios nuevos y menos son los que se quedan de su primera parte, pero destaco especialmente a los padres, y lo hago de forma negativa. Me ha parecido increíble las decisiones que han tomado a lo largo de la novela, y más la falta de explicación lógica que conlleva estas decisiones. Es probablemente, el rasgo más negativo de esta reseña, o por lo menos lo que peor me ha parecido de toda la historia. Al igual que la reacción de Shasha cuando se entera, no me ha parecido nada creíble.

Los demás personajes entran en el juego de lo qué es Oblivion, y ayudan a crear esa ambientación hacia lo extraterrestre, al igual que otorgar el misterio a la historia, por lo tanto, no voy a profundizar en ellos para no desvelar nada.

 El amor es un tema que persiste en ser el centro de atención en la trama en general, aunque es cierto, que en esta segunda parte, hay pocas escenas sobre ello. 

"A veces el amor está agazapado en nuestro ángulo muerto, justo en el lugar donde no miramos"

La narración sigue siendo bastante fluida, con pocos detalles y abundantes diálogos, por lo que se lee muy rápido. Todo contado desde el punto de vista de Sasha. 

El ritmo es normal, y no da la sensación de que las cosas suceden demasiado rápido pese a lo sencillo y ágil de la narración.

El final, en esta ocasión, es abierto, y te deja con muchas ganas de saber como acaba todo. Sin embargo, algo que me ha gustado mucho, es la Guía que le regala Birdi a Sasha en un determinado punto de la novela. Podemos disfrutar de ella al final, y es algo que me ha hecho sonreír.
Por último la edición sigue siendo igual que el libro anterior, con algunas ilustraciones.  Quiero aclarar también, que en algunos fragmentos del libro, como aquellos que recogen poesías, y algún que otro diálogo, han participado otras personas distintas al autor.

En general, es una historia muy original, y que, debido a ello, es muy difícil de recomendar. Lo que suele salir de lo común puede fascinar o chirriar y creo que es por eso que hay opiniones de lo más dispares respecto a esta trilogía.
Oblivion, tormenta de estrellas, no mejora ni empeora desde su antecesora, y sigue mantienendo la misma línea, por lo que, si te gustó su primera parte, posiblemente te gustará esta.

        Autor

 

Escritor, músico y editor, Francesc Miralles ha escrito tanto libros de autoayuda como de narrativa.

Ganador en 2009 del Premio Ciudad de Torrevieja por La última respuesta, escrita en colaboración con Álex Rovira Celma.