Reseña el príncipe cuervo de Elizabeth Hoyt

Hola^^

Tenía esta reseña preparada desde las cuatro pero después de publicarla tuve un problema bastante gordo con el blog y tuve que eliminarla, junto a la reseña de Crescendo, publicada hace unos cuatro días. Al final logré solucionarlo, pero me llevé un susto de muerte :S

Muchas gracias a Dolo del blog Its Time to Magic por su ayuda :)

La reseña de Crescendo la volveré a publicar dentro de unos días de nuevo :P

Sinopsis  

Título: El príncipe Cuervo

Autor: Elizabeth Hoyt

Precio: 9.00€ / 14.00€ €

Edward de Raaf, conde de Swartingham, necesita con urgencia un secretario que ponga orden en sus caóticas finanzas. El problema es que, con su carácter, espanta a todos los candidatos. Para Anna Wren el puesto es la solución a sus problemas, después de enviudar de un marido infiel y quedarse en la ruina. La atracción entre ambos personajes queda patente desde el primer momento, aunque Edward no parece muy dispuesto a dejarse llevar por ella. Cuando Anna descubre que el conde es habitual de un conocido burdel de Londres, decide poner en marcha una pequeña mascarada. Porque en el juego de la seducción, no existen reglas...

Libros que componen la trilogía:

1. El  príncipe cuervo

2. El príncipe leopardo

  3. El príncipe serpiente

*

 Opinión

Después de estar estos meses leyendo en su mayoría juvenil y descansando un poco del género erótico, me apetecía leer algo adulto y romántico. Estaba en mi búsqueda cuando encontré una reseña de este libro y me llamó muchísimo la atención. Fue casi un flechazo a primera vista: el título, la portada…y finalmente la reseña positiva. Y no tardé en hacerme con él y devorarlo. Una vez leído debo decir que me ha gustado muchísimo, aunque no me ha dado la emoción que otros del mismo género me han dado. Pero eso sí, me ha sorprendido muy gratamente por las diferencias que tiene respecto a otros que he leído anteriormente, que al contrario, tienen tramas muy parecidas.

Para empezar, el argumento en sencillo. La mayoría de los libros de romántica adulta no tienen tramas demasiado elaboradas y suelen ser bastante predecibles... y esta no es la excepción. Sin embargo, tiene un elemento diferenciador muy importante respecto a otros y que está muy bien llevado: los personajes principales son feos y no se atraen en lo absoluto.

Lo más asombroso, es que podemos ver el progreso desde el que no se gustan hasta que la personalidad del otro empieza a enclipsar la fealdad... hasta llegar a convertir a la otra persona en alguien verdaderamente atractivo e incluso, en deseable. La autora lo hace de tal modo, que logra que podamos ver la fuerza de este sentimiento, cómo empieza y cómo afecta a los personajes. Me ha maravillado ver cómo los protagonistas son capaces de encontrar cosas entre ellos que otros no son capaces de ver y muchos menos de amar. 

Es un progreso lento, pero la autora ha sabido plasmarlo a la perfección y que ha hecho que, pese a que en mi opinión, le faltara algo de chispa a este romance, haya terminado de leerlo con una emoción cálida en el pecho. Esto era algo que yo no había leído hasta ahora y que me ha engatusado por completo. Y es por esto por lo que lo recomiendo.

Es un romance mucho más lento de lo que nos solemos encontrar, y que le falta acción y emoción, pero tiene ese progreso de enamoramiento en el que una persona fea se vuelve hermosa a causa de este sentimiento. Es por ello por lo que me ha gustado y, para mí, es lo más destacable del libro.

“-Sé que algunas personas dicen que tengo un genio algo... —Se interrumpió, al parecer buscando la palabra.

—¿Salvaje? —dijo ella, para ayudarlo.

Él la miró con los ojos entrecerrados.

—¿Feroz?

Él frunció el ceño y abrió la boca.

—¿Bárbaro? —se le adelantó ella.

—Sí, bueno —dijo él, antes que ella pudiera continuar con la lista—, limitémonos a

decir que eso intimida a ciertas personas. —Titubeó—. No querría intimidarla a

usted, señora Wren.

—No me intimida..”

Junto a la historia, encontramos fragmentos de otro libro titulado el príncipe cuervo y que sirve de apertura en todos los capítulos. Conocemos ambas historias de forma paralela, y evolucionan casi a la vez.

La narración me ha gustado mucho. No es una narración formal, sino que tiene cierta chispa divertida,y que muchas veces incluye los pensamientos de los propios personajes. Es amena y se lee rápido. Pese a todo, no es una historia que realmente enganche pero sí que tiene algo que te hace volver a ella.

“—Me han dicho que las marcas de la viruela las tiene en la mitad superior de la cara.

Anna reprimió una sonrisa.

—Tiene marcas en la cara, pero no se le notan mucho en realidad. Además, tiene unos magníficos y abundantes cabellos negros, unos ojos bonitos y su voz es muy atractiva, hermosa incluso, sobre todo cuando habla en voz baja. Y es muy alto, con unos hombros muy anchos y musculosos...

Se interrumpió bruscamente; madre Wren la estaba mirando de una manera rara.”

Los personajes no tienen nada más relevante que el hecho de que sean feos y que aporten un giro nuevo a la trama. Las personalidades de ambos están bien construidas y no me han parecido tan estereotipados como otros, aunque tampoco llegan a tener demasiados matices. Lo único negativo en este aspecto es que eché de menos esa chispa entre los protagonistas que te hace engancharte, pero no por ello me ha gustado menos el progreso lento del romance.

La ambientación no está demasiado trabajada. Creo que es el primer libro de romance histórico que no se habla demasiado del tema de las temporadas, vestimenta, carabinas, etc…

En este sentido me ha parecido que estaba algo descuidada, pero no me ha afectado demasiado la lectura. De hecho, incluso me la ha aligerado. Estos temas en especial se me hacen algo pesados pero quería nombrarlo en la reseña por si alguien le da especial atención al tema.

“Él lanzó un grito aterrador:

—¡¡Perro!!

Anna sonrió, por primera vez ese día. Era evidente que el conde no lograba encontrar al omnipresente can y se veía reducido a rugir el sustantivo común.

Caminó hacia él.

—No veo por qué respondería a ese nombre.

Al oírla, lord Swartingham se giró a mirarla.

—Creo que le di a usted el trabajo de ponerle un nombre al chucho, señora Wren.

Anna agrandó los ojos.

—Le he propuesto tres opciones diferentes, milord.

—Ninguna de ellas adecuada, como bien sabe. —Sonrió malignamente—. Creo

que le he dado bastante tiempo para encontrar un nombre. Tendrá que inventarse uno ahora mismo.

A ella le divirtió su evidente intención de ponerla en un aprieto.

—¿Rayita?

—Muy infantil.

—¿Tiberio?

—Muy imperial.

—¿Otelo?

—Muy asesino. —Se cruzó de brazos—. Vamos, vamos, señora Wren. Una mujer

de su ingenio sabe hacerlo mejor.” 

El ritmo es lento en comparación con otros que he leído del género y va poco a poco. Esto me ha gustado por la parte en la que podemos ver el progreso del enamoramiento y que sea mucho más creíble. Sin embargo, no voy a negar en que pasaban páginas y páginas en la que esperaba con impaciencia que alguno se atreviera a dar un paso, o que simplemente, sucediera algo que me impactara un poco. Si el ritmo cobra algo más de velocidad y con ello la historia, es casi en los capítulos finales. Ahí sí que me emocioné más, porque los caracteres de ambos salieron a relucir con más fuerza, sobre todo el de él, y el romance cobró en esos momentos la chispa que le había faltado en el resto de la historia.

Sobre el final, es bastante cerrado. Aunque en mi opinión, hay un asunto del que se habla poco y que me ha dejado intrigada por la resolución que le ha dado la autora sin apenas explicación.

En general, es una historia que me ha gustado pero por razones distintas a otras del género. La recomiendo especialmente por la diferencia que tiene, pero siempre que se esperen esa falta de chispa y el progreso lento del romance.

7.5/10

  Autor

Elizabeth Hoyt es Escritora americana dedicada a la novela romántica. También ha publicado varios libros bajo el seudónimo de Julia Harper. Nació en Nueva Orleans, ciudad en la que su familia materna ha vivido durante generaciones, pero se crió en los helados inviernos de St. Paul, Minnesota. Mientras crecía viajó a menudo a Gran Bretaña con su familia, donde pasó un verano en St. Andrews, Escocia, y un año en Oxford. Obtuvo un título universitario en antropología por la universidad de Wisconsin, Madison.