mejor historia de junio por Déborah F.Muñoz

La chica pájaro

La vida no era sencilla para la chica pájaro. Si hubiera permanecido en su país de origen, no habría tenido ningún problema, pues su concepción había sido sagrada y todos sus compatriotas la veneraban como una diosa, por estar fusionada con el Pájaro Madre. No obstante, tras la llegada del Señor Maligno, cuando aun no era más que un bebé, sus padres se habían visto obligados a huir del país y emigrar a esas tierras alejadas, donde nadie conocía la religión alada y donde su aspecto era motivo de mofa.

La chica pájaro esperaba el día en que fuera mayor y pudiera acabar con el Señor Maligno, como decía la profecía. Mientras tanto, soportaba las burlas de los otros niños. Más adelante, cuando aprendió a volar, llegaron las pedradas. Y ella sólo podía esperar y esperar, llevando la cuenta de cada insulto y cada pedrada.

Pasaron los años y la chica pájaro se convirtió en una mujer. Por fin pudo escapar de ese horrible país, regresar a su tierra natal y expulsar al Señor Maligno, que huyó a otras tierras. Precisamente, a las tierras de aquellos que la habían maltratado durante dos décadas, hasta que había estado preparada. Cuando llegó el mensajero pidiendo la intervención del único ser que podía derrotar a semejante enemigo, la mujer pájaro se limitó a decir:

- Acudiré cuando hayan pasado tantos días como insultos recibí por los tuyos y tantos meses como piedras me fueron lanzadas por vuestras manos.

El mensajero miró desesperanzado a la mujer pájaro. Él mismo había sido uno de ellos, y habían sido tantos los insultos y tantas veces las que le había lanzado piedras que era incapaz de recordarlas todas.

- Entonces estamos condenados –dijo en un susurro.

- Es karma –dijo entonces la voz de Pájaro Madre, con la boca de la mujer pájaro